2023

2023: Este año aprendí tantas cosas, sentí lo que era vivir un día a día después de unos largos años sin saber lo que era sentirse vivo.

Disfruté cada parte de este año. Desde enero a marzo, marzo a julio, julio a septiembre, y septiembre a diciembre. Cada temporada fue distinta y en ninguna de ellas dejé de buscar el amor. Finalmente, lo encontré en mí, al pensar en mí, en dejar de lado las estupideces y ser claro en una sola cosa: el amor propio es importante.

Experimenté la incertidumbre en dos partes, al principio y al final. Aprendí lo que es la decepción y cómo es volver a caer en la depresión. Por un momento, me enamoré de la persona idealizada del año anterior... pero decidí dejarla morir en este año.

Asistí a la universidad. Tenía miedo, pero fue increíble salir de mi zona de confort y luego sentirme en casa. Aprendí mucho, no solo en lo académico, sino también en las personas con las que me rodeé. Experimenté nuevas emociones, sentimientos y sensaciones.

Este año me dejó grandes regalos: metas cumplidas, deseos realizados y sueños realizados. Algunos sueños murieron, pero otros nacieron. Mi punto de vista cambió en muchos aspectos. Aprendí lo que fue liderar y convivir, despertarme temprano y dormir hasta muy tarde.

Aprendí a cocinar algunos platos muy básicos, ¡pero algo es algo! Experimenté el estrés y estuve al borde de abandonar todo, pero no lo hice. Porque también aprendí que no hay carga grande que no pueda superarse.

Tuve miedo y fracasé en algunas cosas, pero cada experiencia me enriqueció. Conocí gente muy buena y también muy mala. Conocí muchas historias diferentes y similares.

Experimenté impotencia y fui resiliente. Me llené de ira y fui rebelde. Deseé la muerte de algunas personas, pero también deseé la felicidad, la abundancia, la salud y, sobre todo, el amor.

Lloré muchas veces: por mí, por mis estudios, por mi mamá, por los animales, por los derechos de las mujeres, por los derechos LGBT, por mí nuevamente y otra vez por los animales. Lloré por las injusticias, los prejuicios y las atrocidades de la humanidad.

Perdí uno que otro amigo, pero gané uno que otro buen corazón. Viví el dicho de que la calidad vale más que la cantidad, y es verdad. Dejé de insistir con quien no quiere y dejé de hablarle a quien me es negativo.

No envidié nada, siempre he sentido que ser original o distinto corre en mis venas. Manifesté hasta más no poder, ¡y wow! El Universo tiene tanto poder para demostrar que sí nos escucha, pero la cantidad de energía que demanda es increíble.

Tenía tiempo sin coger un lápiz y escribir, estudiar y exponer... y vaya que me fue muy bien. Me dijeron que tengo gran potencial, y realmente lo creo.

Descubrí la expresión "me da igual" y, aunque en realidad no me daba igual, me lancé sin importar lo que pudiese pasar. Me dio miedo, pero se sintió tan bien.

Siento que fue el mejor año de mi vida. Aunque pasaron experiencias no tan buenas, viví cada una de ellas en primera persona. Abandoné la habitación donde solo soñaba con ser, y me dije a mí mismo: "Si quieres que tu sueño se haga realidad, despierta y lucha por él".

Un año de éxitos, metas, deseos, altibajos, subidas, miedos, amor, venganzas, odio, temor, liderazgo y muchas más emociones y sentimientos. Fue la primera vez que me sentí el protagonista de mi historia. Si tuviera que ponerle un nombre a este año, sería el año en el que me sentí más vivo que nunca.

Desde lo más profundo de mis impulsos, mi conciencia, mi subconsciente y mi corazón, quiero decir: ¡Gracias 2023!



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