053Post: Amanecer con 20

Cuando pensé que era el final, realmente era un nuevo comienzo. Quizás era la costumbre de vivir siempre de los recuerdos. Y aunque al principio no fue bueno, mi corazón siempre tuvo fe.

Tenía tanto tiempo sin despejar mi mente dentro de un cuerpo de agua vivo, de saber que lo único que quiero que fluya en mi vida sea el agua, de ver su serenidad en sus rápidos y ruido natural.

Sumergirme y abrazar su frío, dejarme llevar sintiendo cómo pierdo el miedo y comienzo a flotar.

Dejando que se lleve todos esos pensamientos negativos, todas esas vibraciones que no me dejaban florecer mi aura, y sobre todo, limpiando mi cuerpo, mi templo, mi castillo para llenarlo de lo que siempre debí haberlo llenado, de mi mismo amor.

Hace unos días había sido mi cumpleaños. De los 20 cumpleaños que he tenido, este ha sido el menos estresante. Fue lindo, conmovedor, reflexivo. Hubo una que otra sorpresa, pero ya debería ser normal ver esa presencia.

No recuerdo nada de mis emociones, ni de mis sentimientos, solo sé que la pasé bien.

Sí o sí, esta edad no es muy fácil. Mis ideas no siempre serán claras, mi norte tenderá a desequilibrarse, y sé que voy a lograr mantenerme firme, sé que sí. Pero vivo una flor que joven sí es, pero llena de ansiedad está.

Seguiré luchando por mis metas y objetivos, viviré mis sueños en esta clara realidad, y mi lámpara siempre estará encendida recordándome que cada día estoy construyendo mi mejor versión.

Y sé que cada año digo diferentes palabras, pero con un mismo propósito.

Simplemente estoy contento. Tengo lo que siempre quise tener, y agradezco por ello. Vivo el momento en cada instante, y lo recuerdo con felicidad. No dejo de reírme, incluso antes de dormir, donde mi último pensamiento es revivir el momento de lo que pasó hace unas horas, diciéndome a mí mismo: viví ese instante tan breve y lo disfruté como nunca.

Sé que aún quedan batallas por ganar y nuevas experiencias por conquistar, pero todo será logrado, porque jamás dejaré de confiar en mí.

“En un acto de amor propio, supe realmente mi verdadero valor cuando me vi al espejo y me dije por primera vez: soy lo más bonito que me ha pasado”.